Blog dedicado a la traduccion de novelas ligeras del ingles al español.

Saenai Heroine no Sodatekata Volumen 5 Capitulo 1 - 1

 Prólogo // Capitulo 1 parte 2



VOLUMEN 5   

Capitulo 1 - Si alcanzas el climax al iniciar, sera incluso peor al final.

Parte Uno

“…”

“…”

Era un piso muy espacioso, con estanterías y lleno con el seco sonido de la fricción de hojas de papel.

“…”

“…”

Un inquietante numero de estantes, todos y cada uno largo e intimidante..

Cada una al tope; no con novelas ligeras o comics, pero aburridos y solemnes lomos de libro.

“…”

“…Em, Utaha-sempai…”

“Si, ¿Ético-kun? Me gustaria que mantuvieras tu platica al mínimo mientras leo.”

“Eh, si. Bueno sobre eso.”

Harto de la opresiva atmósfera, finalmente comencé a hablarle a la absorta come libros por primera vez desde hacia una hora.

“¿Utaha-sempai, cuanto mas planeas quedarte aquí?”

“Umm, supongo que podemos irnos en cuanto termine los 68 volúmenes de [Ryotaro Shiba Colección literaria completa].”(1)

“…Si es broma, ¿verdad? ¿Sempai?”

“…Bien. Al menos déjeme terminar el primer volumen.”

“¡Decaería que no hicieras estas bromas medio creíbles, sempai!”

Sin sorpresa alguna perdí la calma. Me doy cuenta de como Utaha-sempai me tenia bien agarrado por la nariz.”

“¿Sempai, si se da cuenta que esta es una libraría, verdad, no una biblioteca?”

Eh, Utaha-sempai.

Se había metido tan pronto las puertas se abrieron, y se paso la mayor parte de lo que fueron unas dos horas en la sección de literatura del tercer piso del JU*KUDO de Ikebukuro sin comprar un solo libro.

En ese tiempo había logrado navegar entre todos los títulos disponibles varias veces, exploré todos los demás pisos, y tome el desayuno en un café. Todo en el esfuerzo de matar el tiempo mientras esperaba que esa chica regresara a la tierra.

Ya es mucho pedir. Me rindo. Había quemado cada gramo de paciencia que puede juntar.

“Si ese fuera el caso, entonces no creo que ellos hubieran impreso ‘¡Usa me y lee!’ en todas las sillas, Ético-kun.”

Esas enormes cadenas de librerías deben de someterse a algunos estándares de servicio realmente altos para hacerse víctimas voluntarias de este monstruo de cliente.

“…Al menos debería tomarse un descanso de ves en cuando, sempai. Ya casi es hora del almuerzo.”

“Sigh. Supongo que no me dejas otra que comprar este libro, Ético-kun.”

“Y yo decaería que hubieras echo eso desde el principio, sempai.”


Y así comenzó un sábado a medio otoño.

Habíamos planeado pasar el día caminando por el distrito… pero hasta ahora no habíamos logrado explorar mas que un lugar.

“Vamos, Ético-kun. Andando.”

“¡Argh, espere un minuto!”

“Tsk. Fuiste tu el que insistió en pagar y cargar lo pesado, pero ya has fallado en ambos, Ético-kun.”

“Bueno, No esperaba que fueras por cinco libros ‘super’ pesados de cubierta dura solo porque si.”

“¿De quien seria la culpa que esté muy ocupada par leer?”

Estábamos en esta cit… digo, viaje de compras porque le dije a Utaha-sempai que podía tener lo que ella quisiera después de completar el escenario ayer.

“Bueno, no pude comprar la Colección literaria completa pero puedo invitarte a comer. Dentro de mis posibilidades de preparatoriano claro.”

“Seguro, y también te dejare consentirme con esas energías tuyas de preparatoriano.”

“¡Hablamos estrictamente de cargar cosas, verdad?”

Como pueden ver, ella es un autor a la que se le dan bien las ambigüedades.


***


“Perdón por hacerte esperar, Eriri.”

“¡Legas tarde, Megumi!”

“Bueno, hace una hora seguía en piyamas cuando de repente recibo un mensaje para que viniera al JU*KUDO, así que creo que lo hice bien.”

“¡Si, no me importa! ¡Y como llegaste ‘cinco’ minutos tarde ya se fueron!”

“¿‘Fueron’?”

“¡No puedo creerlo! Era esa Kasumigaoka Utaha y…”

“Ah, ya entiendo. No digas más.”

“…¿Por qué tengo la sensación de que me escondes algo?”

“Es tu imaginación. ¿A donde habrán ido esos dos?”

“¿Para que crees que te llamé?”

“¿Creo que solo para enredarme en algo muy molesto, verdad, Eriri?”
***

Eventualmente comimos el almuerzo en un restaurante Italiano lleno de parejas, hombres… y mujeres de solo mujeres, incluso familias enteras.

Estoy seguro que el principal atractivo del lugar debe ser estar a la vanguardia en proveerle algo a todos.

“Gracias por la comida, Ético-kun.”

“…No es nada.”

“Ah, no hay necesidad de ser humilde, Ético-kun. Fue de lo mas satisfactorio. Y las papas fueron especialmente un deleite, si puedo agregar.”

“Gracias por ser tan comprensiva, sempai. Honestamente, habría sido un problema sino veníamos a este establecimiento de pizza…”

“Eres sorpresivamente consciente de la imagen, Ético-kun.”

“¡Bueno tengo que serlo, o me iré a la banca rota!”

Y así, los treinta minutos en Sha**y’s: una total perdida de tiempo. Una vez que regresamos a las calles de Ikebukuro.

“Bueno, no lo puedo evitar, Ético-kun. Más que la comida o sexo, tengo hambre de conocimiento.”

“Y yo voy a pretender que no escuche la parte de en medio.”

  Lo que la irritó no fue mi elección de restaurante o incluso la calidad de la comida, sino el propio echo que nos detuviéramos para almorzar.

Cuando la pizza que ordené finalmente llegó, sin siquiera voltear a verme, hizo ademanes como de no querer ensuciarse las menos.

Entonces en completo desafió a la atmósfera del restaurante: Procedió a abrir el libro que compramos y de inmediato se sumergió en el.

Y para rematar: Con una extraordinaria falta de tacto, se comió solo las orillas, con, y de todas las cosas, ‘un par de palillos’.

“…¿Entonces, sempai, ahora a donde?”

“Emm, no me importa mientras sea un lugar no muy frió y callado para que pueda leer en paz.

“Sabe sempai, ¡Me… en serio me estoy cansando que me trates como si no existiera!”

Voy a morir si dijo que esto continué.

Bien. Creo hasta ahora que me he esforzado para satisfacer las irrazonables demandas de Utaha-sempai. Aparentemente no es sufriente para competir contra del poder de la pluma de Shiba-sensei.

“¿Qué tal si vemos una película entonces, sempai?”

“¿Una…película?”

Y así retomé la iniciativa al dirigirnos al Cine ***shine.

Manteniéndose fiel a su reputación hacia la  variedad; los muros del cine estaban atestados con pancartas anunciando no solo las últimas super producciones de Hollywood, pero también algo que podría apelar a gustos otaku también.

Si hay un lugar que podría satisfacer simultáneamente a Utaha-sempai ávida curiosidad y tal vez dejarnos pasar un buen rato, tiene que ser esto.

“Umm… supongo que este lugar estará bien.”

Después de darle un breve vistazo a todas las pancartas, sempai dio una críptica validación mi intuición.

“¡Entonces esta decidido! ¿Que película miraremos? Permiteme recomendarte la más reciente…”

“Estaba pensando en algo más como una película de desastres con una adecuada cantidad de gritos y gore… Seguramente aquí tienen de esas.”

“…Eso es enfermizo, sempai.”

Me preocupa un poco cual es esa naturaleza ‘curiosa’ que sempai trata de satisfacer.


***



“…”

“…Nada por aquí.”

“¡Pero ya buscamos en todos lados en un radio de 200 metros!”

“Hay miles de personas en esta área…”

“Sí…pero Tomoya no debería ser tan difícil de encontrar…”

“¿Emm? ¿Y eso porqué?”

“¿Bueno, tiene esta aura otaku?”

“Pero aun así destaca menos que tu.”

“…Callate.”

“Como sea, olvidé preguntar antes, pero ¿Como los encontraste en primer lugar? ¿Y en Ikebukuro de todos los lugares?”

“¿Eh..h? Eh, mm, fue por pura coincidencia. En serio.”

“Ah ya veo. Digo. ¿La ultima vez que nos encontramos en el Rokurenba Mall fue pura coincidencia también, verdad?”

“Como odio a las chicas astutas como tu.”

“¿Qué?”

“¡Q..ué! ¡Es coincidencia si digo que lo es, bien?”

“¿No son Aki-kun y Kasumigaoka-sempai por ahí?”

“¿Qué? ¿Donde? ¿Donde?”

“En la entrada del cine. ¿Ves? Como a diez personas en la fila…”

“¡Ah! Los veo. Wow, eres muy buena, Megumi. Me gusta como siempre te escabulles en posición mientras engañas a tus enemigos para que bajen la guardia.”

“Me gustaría que no me describieras así, Eriri.”

***

“Mientras que la animación y el mensaje eran pasables, lo me que chocó más fue la horrenda redundancia del plot.”

“¿Ah? Aunque yo pienso que el nuevo personaje era  muy lindo.”

“Eso es solo el resultado de un adecuado diseño de personajes. Ella estaba ahí solo para brevemente plantear historia de tras-fondo; un agregado mal escrito que le hace demérito a la muy superior adaptación de TV.”

“¿No piensas que la ultima escena era bastante épica?”

“Y eso es gracias a la producción. Fue un desvergonzado intento para enmascarar la banalidad del final al emplear la mayor cantidad de vulgares efectos visuales más acompañamiento musical.”

“Soy una descerebrada vaca de dinero, después de todo.”

“Y también mi director, Ético-kun.”

“…Ah, verdad.”

Para ese momento eran pasadas las cuatro cuando 「Snow Prism –la pelicula–」 terminó, y estábamos en un área de descanso en el Café Tsubaki** nos encontrábamos enganchados en una reflexiva discusión. Tomó considerable esfuerzo encontrar una mesa entre la multitud de fin de semana.

A pesar del considerable deseo de sempai de mirar un desastre de la vida real, de algún modo conseguí arrastrarla a ver una que yo había querido ver desde hace tiempo.

Tendría que haber estado mejor preparado para la cáustica inquisición que vino después.

“Uno tiene que tener la agudeza y coraje para criticar, Ético-kun.”

“…¿Coraje?”

“Incluso si se trata de mi trabajo.”

“¿No te enojaras si lo hago?”

“Claro que no. ¿Hay algo más importante que complacer a nuestros usuarios?”

“¿Su…supongo que no?”

“Ah, claro, que eso me deprimiría. Pero ni siquiera te hablaría por un mes. De echo, si lo que dices no tiene sentido, pueda que jamas te dirija la palabra de nuevo.”

“¡Pensándolo bien, no creo que acepte su oferta, Utaha-sempai!”

Cuando menos al fin siento que estamos en una cit… digo, de compras.

No habíamos tenido ni una sola conversación como se debe en todo el día, sino que eramos algo cercano a uno de esos jóvenes smartphone-toting socialmente ineptos de los que los medios tanto parlotean.

“He de pensar que las cosas ya se habrán calmaron por haya. Vamos.”

Yo estaba pensando en cuan bonito ya iba el día, cuando Utaha-sempai se levantó y se dirigió a la caja restadora.

“¡Ah, sempai! Déjeme a mi…”

“Ah, no hay para que guardar las apariencias, Ético-kun. ¿Venir aquí no era parte de tu plan, o si?”

“…Perdón.”

Ciertamente, originalmente planeaba tomar el te en el Café de Cr*E, St**buks o Dou**r después de la película.

Supongo que me notó temblar cuando fue momento de ordenar.

¿Pero de todos modos que pasa con ese café a 1000 yenes la tasa? ¿Eso cuesta más que el almuerzo!”

“Creo que simplemente son diferentes regímenes de impuestos, Ético-kun.”

Pero habiendo dicho eso, Utaha-sempai claramente no estaba preparada para traer nuestra rendón a un fin. Mientras hablaba conmigo, note que su expresión no era diferente de la que tenia cuando estaba absorta en su libro.

Mientras me sentía con mas confianza por el inusualmente plácido humor de sempai, mi mente de algún modo regresó a algo que ella había dicho y que había ignorado hasta ahora.

“He de pensar que las cosas ya se habrán calmaron por haya…”

¿Que exactamente estaba “haya”?


***

“Waaaaaaah…”

“¿Estas bien?”

“…Si…yo…creo que si. Perdón, no pude contenerme a mi misma.”

“Ah, esta bien, Eriri, Solo estaba pensando que tu eres muy sensible a esta clase de cosas.”

“Yo…no pensé que de echo harían El final de Mariko…”

“Ah, así que tu también puedes ver su ruta.”

“¿Eso no se siente tan bien que escociera olvidar a Ui y seguir adelante? ¡Ahora solo tiene a Mariko, quien a estado a su lado todo este tiempo!”

“¿Yo…supongo?”

“Me alegra que no perdí las esperanzas después que la serie de TV terminó…”

“Que bueno, Eriri. ¿Pero que hay de Aki-kun y Kasumigaoka-sempai? Creo que se fueron hace rato…”

“Pero 「Snow Prism」, ¡Megumi! ¡「Snow Prism」!”

“Hay. Si, Eriri, yo también amo a los amigos de la infancia.”

***




1Ryotaro Shiba (1923-1996), autor histórico.
2JUNKUDO (libreria) abre:
Lunes-sábado 1000-2300, domingo y fiestas 1000-2200.
3Shakey’s Pizza. Esta a una cuadra de la estación.
4Cinema Sunshine in Sunshine City. Otro lugar en la lista de visitar otaku.
5 Ver volumen 2.


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